
Vivanco – Bodega con menú sin gluten en Briones (La Rioja)
Actualizado el 11 de abril de 2022
Vivanco es una de las bodegas de vinos más famosas de España. En su restaurante, disponen de un menú apto para celiacos, así que es una muy buena opción para poder disfrutar de la gastronomía y del vino en la provincia de La Rioja.
La bodega Vivanco se encuentra en el municipio de Briones, considerado uno de los pueblos más bonitos de España; situado entre Logroño y Haro. Así que, si pasáis por la zona, es muy recomendable que hagáis una visita a este pueblo.

En esta bodega también está el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, inaugurado en 2004. Es uno de los museos del vino más importantes del mundo, ya que consta de 5 salas repartidas en 4000m2 de superficie. Una visita muy aconsejable si tenéis curiosidad por toda la cultura entorno al vino.

En el exterior de la bodega , encontraréis el Jardín de Baco, con una colección de vides procedentes de todo el mundo y con más de 220 variedades de uva. A este jardín podréis acceder sin haber comprado la entrada al museo. Es decir, si decidís ir solamente al restaurante, podréis acceder sin ningún problema. También, si solo os acercáis a cotillear, ya que podéis dejar el coche en el parking gratuito que tienen al aire libre e ir a sus jardines que están al lado.

Imagino que querréis que os hable ya de la comida, ¿no?
Pues, el restaurante Vivanco es una muy buena opción para tener una experiencia gastronómica y de enoturismo. Está avalado por ACERI (Asociación de Celiacos de La Rioja) y el trato al cliente celiaco es genial, puesto que son muy atentos y controlan la contaminación cruzada.
Además, tiene unas vistas super agradables que dan al pueblo, a sus viñedos y a los Jardines Baco. De manera que, os recomiendo que llaméis y reservéis una de las mesas que da ventanal. La verdad que nosotros tuvimos suerte, ya que no habíamos reservado y, al ser un día entre semana, no había mucha gente y pudimos disfrutar de las vistas.

En su carta, disponen de varios menús degustación. Nosotros nos pedimos el “Menú Riojano” para poder probar algunos platos típicos de la zona. Por él, pagamos 37,50€ cada uno y, en este precio se incluía: el pan, el vino, el agua, el postre y el café. Puede que sea un precio algo elevado para ciertos bolsillos, pero es lo que suele costar este tipo de experiencias gastronómicas. A mí no me importó pagar por una experiencia así, donde comes algunos platos típicos de la zona, el producto es de calidad y, por supuesto, me siento segura en relación al gluten y a la contaminación cruzada.
Nos estrenamos degustando este menú con unas guindillas a compartir. A mí, personalmente no me gustan, pero a mi pareja le encantan… de manera que, tuvo más para él. ¡jejeje!

También, me trajeron mi pan sin gluten, recién horneado y dentro de su bolsa correspondiente para evitar la contaminación cruzada en el horneado.

Luego, un plato de cuchara: unas patatas con chorizo. ¡Muy ricas!
El camarero venía con la cazuela y nos ofreció repetir. Estaban tan ricas que dijimos que sí, aunque no sabíamos muy bien a qué nos ateníamos, porque ya os adelanto que ese día comimos muuuucho.

Después del plato de cuchara, nos trajeron un Bacalao a la Riojana. ¡Buenísimo!

Para seguir, comimos un Cordero Lechal Asado con ensalada. ¡Súper tierno!


Por si fuera poco, ¡llegó el momento del postre!
En el menú habitual, de postre entra una Torrija caramelizada con mousse de caramelo, pero es con gluten, claro. Para los celiacos tienen tarta de queso, elaborada con Maizena. Yo no soy muy fan de la canela por lo que la tarta de queso ya me venía estupendamente. ¡Estaba muy rica!

Todo la comida que habéis visto estaba incluida en el menú. Es decir, no pagamos ni un céntimo más del precio que os he comentado anteriormente. He de decir que, ¡todo estaba buenísimo! De modo que, salimos muy contentos por la calidad de los platos. Eso sí, ese día, prácticamente ni cenamos. Si vais a ir, os recomiendo desayunar ligero e ir al mediodía. ¡jejeje!
Por otro lado, si vais con peques, que sepáis que tienen un parque con un tobogán muy original, acorde con la temática. Una buena manera de divertirse después de una buena comilona.
Además, también tienen menú infantil y lo adaptan sin problemas. El menú infantil con gluten es de pasta, croquetas y postre. Para los peques celiacos también hay opciones, ya que disponen de pasta sin gluten y ofrecen alternativas para sustituir las croquetas sin gluten, como por ejemplo, por un plato de patatas con chorizo.

Al salir, como en todos los museos, está su tienda. Ahí podréis comprar todos sus vinos y un montón de artilújios para el vino entre otras cosas ¡hasta mascarillas exfoliantes faciales hechas con uva!
Por supuesto, después de comer es prácticamente obligatorio dar un buen paseo por el bonito pueblo de Briones y así bajar la comida.
Espero que os haya gustado este post de esta degustación gastronómica en una bodega muy cercana a Logroño y con platos típicos de La Rioja.
